miércoles, 21 de mayo de 2014

Laberinto

LABERINTO
¿ Es la vida un laberinto
o una calle principal...?

¿O callejas recortadas
que después de dar cien vueltas,
en  la plaza de la vida
vienen a desembocar ?

¿ O un ancho prado sin nada ?

¿ O la inmensidad del mar ?

Laberintos como vida
con pausas para pensar
o correr por grandes rutas
con riesgo de atropellar.

Mi circunstancia yo soy
además de yo ser yo.

Las circunstancias de Ortega
te pueden condicionar
a perderte en laberintos
o si la norma lo impone
derecho tener que andar.

Ya sé que es un laberinto
cuando tienes que ordenar
las mentiras que has parido
con los sueños...
y  tu parcial verdad.

Pero hay otros laberintos
en que es necesario entrar
y aunque esté su suelo seco
y sus paredes confusas
en ellos te has de mojar.

Andar por la calle es fácil.
Ni siquiera hay que pensar

Carteles con letras grandes
y el flujo de tanta gente
te dicen por donde vas.






La memoria la utilizo
para poder olvidar...
los golpes, los esquinazos...
alma de los laberintos
por los que tengo que andar.

Y me guardo en los recuerdos
e incorporo a mi actitud...
lo que me quiera guardar:
grandes y pequeñas cosas
que he encontrado al tropezar.

¿La vida es un laberinto
o una calle principal...?

Podría ser un pueblecito
con un río que atravesar
con su iglesia, con su fuente
con su gente y con su bar.

Esto es...si no tienes prisa.

Me lo tengo que pensar.



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